sábado, 13 de noviembre de 2010

SUSPIRO


Mientras Andrea descansaba,  Paul se acercó sigiloso y en la penumbra. Portaba algo, pero la oscuridad impedía verlo con nitidez.  Venía de montar a caballo, su indumentaria lo delataba. Andrea le saludó con entusiasmo, aunque él muy serio no le dirigió la palabra, simplemente se acercó y la empujó contra el sillón con fuerza.

No pudo reaccionar, no esperaba este comportamiento, Paul siempre fue algo tímido con ella. Se le acercó, sus pantalones se le ceñían escandalosamente al cuerpo, Andrea nunca se había percatado  lo que su amigo escondía, o es que ahora estaba muy excitado y su miembro se alzaba poderoso. Le ordenó que se despojara de la poca ropa que llevaba encima Le sujetó con fuerza las manos detrás de la espalda,  Andrea no articulaba palabra, no le salían. Con una mano la sujetaba, con la otra le recorría cuerpo suavemente con la fusta. Ni siquiera se había quitado los guantes.

Como un ritual estudiado, deslizó la fusta. Sus senos desnudos, su abdomen y su vulva, en la que se recreó un rato frotándola suave, rítmica pero insistentemente. La  empujaba contra las paredes con su erección, los brazos en alto y los labios entreabiertos. No podían controlar sus manos. La azotó, una y otra vez, aunque sus azotes la llenaron de gloria, haciéndola desear que no parara.

Le dio la vuelta e hizo lo propio con su torso. Parecía que era experto en estos menesteres pues había despertado de pronto sensaciones prohibidas. Luego puso su mano en la entrepierna y con la otra separó msus muslos. Ahora la haría gozar y cabalgar durante el tiempo que sus cuerpos aguantasen hasta que exhaustos cayeran rendidos.

1 comentario:

  1. El blog no está para publicitar mercancías o hacer publicidad, está para disfrutar simplemente de los momentos...

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